La crisis inmobiliaria hizo bajar mucho la contratación de hipotecas. A pesar de ello, muchos aspectos indican que en los próximos años aumentará la contratación de estos créditos. Diversos estudios señalan que la concesión de nuevas hipotecas llegará a los 550.000 contratos anuales entre 2019 y 2020.
Entre otras cosas el aumento se deberá a los bajos tipos de interés y a la progresiva mejora de la economía; en estos momentos el Euribor se halla en mínimos históricos y además se ha incrementado la competencia entre los bancos para mejorar las características de los créditos.
No obstante, solicitar una hipoteca es un paso importante, puesto que posiblemente sea la mayor operación bancaria de toda tu vida. Si estás contemplando solicitar una hipoteca, aquí tienes los consejos más útiles:
1 Cumple con los requisitos
A la hora de concederte un crédito, los bancos tienen en cuenta ciertos requerimientos imprescindibles sobre el demandante. Antes de solicitar la hipoteca, debes asegurarte de que cumples el perfil y que el banco no rechazará tu propuesta.
Algunos factores como la edad pueden limitarte, ya que los bancos suelen conceder el crédito a personas de entre 18 y 75 años. Otra circunstancia que tendrán en cuenta serán tus ingresos y el tipo de contrato laboral que poseas. Puede que tengas mayores posibilidades de obtener la hipoteca si eres indefinido que si eres un trabajador temporal. Además, debes comprobar si te encuentras en una lista de morosos oficial: muchas entidades pueden no considerarte al interpretar que tienes un perfil de riesgo.
2 Prepara la documentación
Prepara toda la documentación antes de que el banco la revise. Facilítale conceptos como el nivel de ingresos que dispones así como las pagas extra o bonus anuales. Justifica los periodos en los que no has trabajado o has cambiado de empresa.
El banco decidirá si eres o no un perfil de riesgo y las condiciones que tendrá tu crédito. Normalmente, el banco te solicitará, entre otra documentación, el DNI y Número de Identificación Fiscal (NIF), vida laboral, últimas nóminas, última declaración de la renta y patrimonio, pagos anuales y periódicos del IVA (sólo si eres autónomo) y recibos de pagos de otros préstamos que tengas.
3 Calcula la cantidad exacta que necesitas
Antes de pedir la hipoteca debes saber qué cantidad exacta necesitas para afrontar al pago de la vivienda. Debes tener en cuenta que la compra de una casa lleva otros costes como por ejemplo los de tasación, los notariales o los de la inscripción en el Registro de la Propiedad. Este tipo de recargos extra aumentarán el dinero final que desembolses.
Además, debes ser consciente de que la gran mayoría de expertos aseguran que no se debe solicitar al banco más de un 80% del valor de la tasación del inmueble. Para ello, debes tener ahorrado y disponible un 20% del precio de la casa. De esta forma, tendrás una mejor situación financiera. Por su parte, el banco tampoco suele prestar el 100% del coste de la casa y el préstamo no suele rebasar tampoco el 80% del valor del inmueble, aunque este máximo puede variar de unas entidades a otras. Por otro lado, la cuota mensual de la hipoteca no debe superar el 40 o 50% de tus ingresos mensuales, ya que encontrarás pocas entidades que asuman tu perfil de riesgo ante la posibilidad de un impago.
Examina a conciencia el condicionado de la hipoteca. Una vez que la firmes, no habrá marcha atrás. La Nueva Ley Hipotecaria que entra en vigor el 16 de Junio protege más al consumidor ya que no permite la vinculación de productos bancarios como factor determinante, limita la publicidad de los bancos y concede al contratante 10 días para garantizar notarialmente la comprensión del contrato hipotecario. Todo ello unido a que las entidades deben asumir mayores costes ayudará sin duda a una mayor seriedad y rigor en las transacciones.
5 Negocia a fondo las condiciones
Intenta negociar los términos de la hipoteca que no te parezcan adecuados. Cada vez hay más entidades que deben competir entre ellas por captar al cliente y volver al negocio tradicional bancario, la concesión de créditos. Por ello es conveniente comparar a fondo entre bancos para obtener las mejores condiciones. No olvides las entidades con poca presencia en tu ciudad. A menudo ofrecen mejores condiciones hipotecarias con el objetivo de ganar clientes.
6 Escoge un tipo de interés según tu previsión de amortización
Existen varios tipos de hipoteca. Las más generalizadas son la hipoteca a tipo de interés fijo, variable y mixto. La primera de ellas aporta seguridad porque mantiene sus tipos de interés invariables, es decir, durante toda la duración del préstamo la cuota a pagar será la misma porque es independiente de las fluctuaciones de indicadores como el Euribor. No obstante, suelen ser más caras porque los tipos de interés son más altos, ya que en este caso es el banco el que asume los riesgos de que los tipos de interés suban. Como norma general, la hipoteca variable es mejor cuando se prevea un plazo de amortización corto y la fija cuando se calcula que sea más largo.
En Immoaugusta somos expertos en asesoramiento inmobiliario y podemos ayudarte en la obtención de las mejores condiciones bancarias para tu hipoteca. Si estás pensando en adquirir un inmueble a través de crédito hipotecario contáctanos sin compromiso en info@immoaugusta.com o mediante el teléfono 648 255 943.
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