Desde hace unos años, el concepto de “lujo” se ha transformado y hoy en día, tanto en la moda como en el diseño de interiores, se asocia más a una sensación que a ostentosas decoraciones. Muchos especialistas en la materia ahora afirman que “menos es más” y que una disposición simple de muebles y accesorios para el hogar puede ser más elegante que una vivienda llena de artilugios.
Un artículo de la revista especializada Houzz, publicado en el portal inmobiliario Idealista, resume algunas ideas que describen a la perfección esta tendencia:
Distribución: Lo ideal es que los distintos espacios estén conectados, ya que habrá mayor fluidez y será más cómodo recorrer la casa. También es importante la conexión con el espacio exterior, por lo que se debe prestar atención a la decoración en la zona que abre paso al jardín o a grandes ventanales que garanticen una vista espectacular.
Iluminación: El artículo hace referencia a la luz natural como señal de lujo, por lo que se debe adaptar el espacio para aprovecharla al máximo.
Materiales: Los decoradores están apostando por la estética de una pared de ladrillos, un forjado de vigas o pisos de madera. También señalan que la tendencia es a utilizar en toda la casa materiales austeros, como el cemento alisado, que con su característica neutral permite combinarse fácilmente con el mobiliario.
Muebles: Crear puntos focales y aprovechar las piezas con colores fuertes es lo que recomiendan. Apuesta por los clásicos diseños que emplean estructuras de metal; lo importante es no sobrecargar la estancia.
Cocina: Adquiere todo lo que necesitas para funcionar, pero elige equipamiento sencillo y el que sea estrictamente necesario. Utiliza materiales que den una sensación de fluidez, como la madera o el acero.
El baño: Evita la decoración excesiva para conseguir un baño sencillo, útil y funcional. El atractivo puedes conseguirlo con una buena distribución de sus componentes, con la posibilidad de desdoblar sus funciones para que su uso sea compartido o  también integrándolo al dormitorio.