Todos los días vemos en los medios económicos y generalistas una descripción negativa del momento económico en Catalunya por diversos motivos (cambio de sede de empresas, bajada del consumo, descenso del turismo, etcétera). Toda generalización comporta inexactitudes: no a todos los sectores les afecta negativamente la situación actual. Es más, a otros muchos les beneficia claramente.
Uno de ellos es el de los inversores inmobiliarios en residencial de segunda mano; aquellos que adquieren viviendas de segunda mano, normalmente a reformar, con la intención de ponerlas en alquiler y obtener un rendimiento económico muy superior al que ofrecen las entidades bancarias en éste momento. Veamos por qué:
Los precios han dejado de subir. Hemos pasado unos meses en los que los propietarios muchas veces ponían a la venda su vivienda a precios muy superiores al del mercado, normalmente desoyendo la opinión profesional y dejándose guiar por titulares de prensa económica que hablaba de “subidas sin límite” y “alzas imparables”. La realidad era otra ya que los compradores finales y los inversores tenían un techo de compra que prudentemente no superaban. Ahora los precios se contendrán una temporada.
Algunos precios bajarán. Aquellas propiedades con precios fuera de mercado en Barcelona los precios ya están tendiendo a bajar si hay una necesidad de venta real en los próximos meses. No se trata de rebajas sin sentido: se trata de una simple adecuación al precio real.
La demanda de alquiler sigue alta. Sigue habiendo un mercado importante que solicita vivienda de alquiler, por lo que la rápida ocupación de la vivienda por un inquilino solvente está garantizada en casi todos los tramos de precio. Quizás los clientes de mayor poder adquisitivo escaseen durante un tiempo, pero esos no son el objetivo del mercado inmobiliario de inversión, pues éste se centra más en las viviendas del mercado medio. Además, en un entorno inestable el mercado potencia el alquiler de vivienda antes que la compra.
Los precios son más negociables. De nuevo el entorno influye. Si un propietario percibe que su propiedad puede tener menos demanda en los próximos meses será más proclive a negociar el precio a la baja. Esto ya está ocurriendo: es una percepción de carácter psicológica que se manifiesta en muchos mercados, también en el inmobiliario.
Las alternativas de inversión son reducidas. Pocos activos ofrecen un escenario de rentabilidad tan alta como el inmobiliario residencial. Por muchos motivos sigue siendo un refugio seguro para todo tipo de rentas inversoras que no encuentran mejor rendimiento en otras opciones.
Barcelona es siempre una ciudad con atractivo. Nuestra ciudad mantiene su atractivo económico, su gran calidad de vida, su clima envidiable y su cercanía a las mayores ciudades europeas, además de su gran dinamismo empresarial. Una ciudad atractiva como lugar para trabajar y residir.
El mercado está cambiando de nuevo. Estamos pasando de un “seller’s market” a un “buyer’s market”. Como bien dice el famoso inversor americano Warren Buffett: “Hay que comprar cuando todo el mundo vende, no al revés”. Los compradores mandan de nuevo y, si son inversores, el panorama es muy alentador para ellos en los próximos tiempos.
Ignasi Roselló
Director
Suben las hipotecas pero aún es buen momento para comprar
Sí, las hipotecas suben con el Euríbor, y la previsión es que lo hagan aún más. Sin embargo, dado que puede que esto enfríe la demanda en el mercado inmobiliario los precios se estabilizarán o incluso bajaran, compensando el dinero caro.
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