Si hay alguien a quién deberíamos abrir las puertas de casa es a la sostenibilidad. No se trata de una moda, precisamente. En el artículo de hoy, te contamos cómo puedes poner de tu parte para conseguir que este año sea el de la vivienda sostenible.

Si visitas algunas de nuestras propiedades, observarás que en su ficha técnica siempre hay un apartado destinado a la Calidad Energética. Seguidamente, una inicial. Hasta ahora, hemos creído que se entiende esta característica y seguro que es así pero no está de más explicar cómo se obtiene y lo que significa. Así pues, empezamos este artículo hablando de los llamados certificados energéticos.

Lo que hay detrás de los certificados energéticos

Desde que se pusiera en marcha este sistema, las viviendas son etiquetadas en función de la energía que consumen y las emisiones de dióxido de carbono que expulsan a la atmósfera. La escala de certificación energética se presenta en siete niveles desde la A, para las viviendas más eficientes, a la G, para las menos eficientes. En España, por cierto, la más común es la E.

Probablemente pienses que se trata de una calificación no muy positiva pero lo cierto es que es un buen resultado si miramos el contexto actual. Teniendo en cuenta que hasta el año 2007, la forma de construir en nuestro país no tenía en cuenta medidas de eficiencia energética, conseguir esta cualificación ha sido todo un avance en muy poco tiempo. ¿El reto más próximo? Superarlo y alcanzar las primeras iniciales, gracias a diversas mejorascomo la renovación de instalaciones térmicas o el cambio de ventanas para optimizar el aislamiento de la vivienda, dos de las medidas más recomendadas cuando se recibe la calificación energética E y se quiere aumentar la eficiencia energética.

Por otra parte, es innegable que el cambio de mentalidad en la sociedad influye de forma directa. Si somos conscientes de cómo podemos cuidar nuestro planeta desde nuestro hogar, es más fácil poner en marcha estas mejoras y conseguir el reto que nos hemos propuesto. 

La Unión Europea también quiere que nos lo tomemos en serio. ¿Sabías que el 40% de la energía consumida en la Unión Europea (UE) corresponde a los edificios? Curiosidades al margen, desde la directiva de Bruselas se ha fijado la obligación de que todos los edificios construidos en la UE a partir del 1 de enero de 2020 tengan la calificación de Edificio Energía Casi Nula (EECN). Para las construcciones públicas y viviendas sociales, esta imposición ha entrado en vigor este 1 de enero, un año antes.

¿Cómo se puede lograr la etiqueta EECN?

El principal requisito es que la demanda de energía media no supere los 15 Kwh por metro cuadrado y año para la calefacción, y otros 15 Kwh para la refrigeración.

Asimismo, la energía primaria total consumida por el edificio no deberá superar los 120 Kwh por metro cuadrado y año.

A la hora de construir una vivienda, se deberán respetar estos parámetros y elegir las técnicas constructivas y los materiales adecuados. El tiempo no descansa así que muchas constructoras ya han empezado a edificar incluyendo estas recomendaciones.

En Immoagusta, también queremos formar parte de esta revolución. Queremos que nuestro planeta sea eterno y estamos dispuestos a cuidarlo tal y como se merece. Por eso elegimos propiedades que lo respetan y que se toman en serio la energía. Este 2019 vamos a vivir el año de la vivienda sostenible. ¿Te unes?