El cambio climático está más presente que nunca y con él las dañinas consecuencias para nuestro entorno.

Es indudable que el impacto del ser humano en el planeta es enorme y debemos todos concienciarnos de que debemos hacer más para reducir nuestro consumo energético, nuestra huella ecológica y nuestros deshechos. Sólo conseguiremos una tierra más ecológica si todos nos implicamos, si todos ponemos el máximo en nuestro día a día.

En la vida diaria de cada uno de nosotros hay pasos que podemos hacer ya que con pequeñas acciones se consiguen grandes logros. Te dejamos aquí algunos consejos prácticos para conseguir un planeta mejor y más limpio:

No mantener los aparatos enchufados en “stand by” (ni el cargador del móvil) Esta es una práctica muy habitual en todas las casa y que debemos evitar. El consumo es pequeño pero al estar conectado 24 hrs al día supone un gran despilfarro energético al final del año.
Utiliza más el tren para viajar. Comparado con el avión y el coche, el tren es sin duda el sistema de transporte que menos consume y el que debemos utilizar siempre que sea posible.
Elimina el plástico de tu vida. Recicla, reutiliza, rellena, lleva bolsa propia al súper… todas estas acciones tienen como objetivo reducir al máximo el uso de plástico en nuestras vidas. Ten en cuenta que cada año acaban en el mar 8 millones de tonelada de plástico.
Comer sano, sostenible y de proximidad. El transporte de alimentos es una de las mayores fuentes de contaminación. Es importante consumir producto cercano y de temporada. Es más saludable, más económico y contaminaremos menos.
Mejor los envases de vidrio. Son más ecológicos porque se pueden reciclar al 100% y reutilizar sin problemas. El vidrio es mucho más sostenible que el plástico, que deberíamos eliminar de nuestro dia a dia.
Vigila la temperatura de la nevera. Lo ideal son 5 grados en la nevera y – 18 grados en el congelador.  Es importante alejar el frigorífico de fuentes de calor, no introducir platos calientes, abrir poco la nevera y no mantenerla abierta. También vale la pena limpiar la rejilla trasera de vez en cuando.
Mucho mejor ducharse. Una ducha consume 4 veces menos agua y energía que un baño por lo que es más sostenible y ecológico. Sin duda, mejor ducharse siempre.
Luces las justas y que no gasten. Debemos mentalizarnos de apagar las luces de las habitaciones no ocupadas y sustituir las bombillas por las de bajo consumo. Es algo sencillo que todos sabemos pero que conviene recordar.
La ropa de planchar toda junta. El consumo de la planchadora es de los más altos de la casa. Por eso conviene juntar la ropa a planchar y hacerlo todo junto para ahorrar el máximo.
A pie, en bicicleta, en transporte público. Cualquier sistema de transporte es mejor que el coche o un sistema privado. El aire de nuestras ciudades lo agradecerá y también nuestra salud y pulmones.
Volver a las servilletas de tela. Las de toda la vida, las de casa de nuestros padres. Estas son las ideales y nos la de papel que son de un solo uso y por tanto, muy contaminantes.

Aislar bien la casa. Evitar que marche el calor, que se quede dentro es un objetivo importante. Para ello es clave aislar puertas y ventanas, instalar suelos aislantes, salidas de aire y todo aquello que pueda suponer un alto gasto energético.

Controlar la temperatura doméstica. En invierno lo ideal es situar el termostato entre 15 y 17 grados. Así lograremos un consumo adecuado, una temperatura optima y ahorro considerable. Además ponerse un suéter en casa tampoco ha de ser un problema.  En verano podemos instalar ventiladores de techo en lugar de conectar el aire acondicionado, es mucho más ecológico.

Todos podemos ayudar en nuestro día a día a conseguir un planeta más sostenible y combatir el cambio climático. Son pequeños pasos que debemos recordara menudo y que tienen un gran impacto en el medio ambiente, en el futuro del planeta y en las facturas de suministros.

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