Estamos en días de confinamiento general lo que limita o imposibilita el desplazamiento habitual de las personas. Esta dificultad debería en principio impedir la firma de contratos y otros documentos legales pero en la práctica no es así gracias a la implantación de la firma electrónica.

La firma electrónica (a veces también llamada e-firma) es un concepto jurídico electrónico equivalente a la firma manuscrita, donde una persona acepta y da por validado el contenido de un mensaje electrónico a través de cualquier medio electrónico que sea legítimo y permitido.

Los métodos son varios y diversos como por ejemplo la firma biométrica, firma con lápiz electrónico, marcando una casilla en una computadora, firma digital, la utilización de usuario y contraseña o el uso de una tarjeta de coordenadas.

La firma electrónica a su vez puede tener diferentes técnicas para firmar un documento. Uno de los más usados es la necesidad de una combinación determinada de números o letras, que son sólo conocidas por el dueño del documento o, lo que todos usamos por ejemplo en los cajeros automáticos, el conocido PIN (Personal Identification Number). Una firma electrónica crea un historial de auditoría que incluye la verificación de quién envía el documento firmado y un sello con la fecha y hora. 

En el sector inmobiliario la implantación de la firma electrónica permite a todas las partes de un contrato validar legalmente su contenido y así poder firmarlo en la distancia sin la necesidad de reunirse físicamente.

Todo ello agiliza sin duda los procesos, evita desplazamientos, mejora la experiencia de los clientes y se produce un ahorro en papel. La aplicación de la firma electrónica es muy amplia ya que se puede utilizar en todo tipo de contratos de alquiler, de compra-venta, aceptación de ofertas, cesión de poderes…

Este sistema de vanguardia proporciona plena validez legal cumpliendo con las regulaciones de la Unión Europea y de Estados Unidos. Asimismo genera total seguridad jurídica ya que todos los datos circulan encriptados y no se almacena ninguna firma electrónica sino que se crea para cada operación.

En estos tiempos de confinamiento y de imposibilidad de desplazamiento poder disponer del sistema de firma electrónica es sin duda de gran importancia para poder firmar en la distancia todo tipo de documentos legales y así poder continuar con los procesos de compra-venta o de alquiler inmobiliario.

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