El primer trimestre inmobiliario de 2019 ha ido muy bien y las perspectivas son excelentes para el resto del año.

Los principales operadores inmobiliarios ven como una gran noticia el incremento del 22,5% en la concesión de hipotecas producida en el mes de enero y la previsión es que continúe la buena marcha el resto del año.

Un dato importante: las hipotecas firmadas en enero está a un nivel que no se tenía desde 2011. Sólo este dato ya es una muy buena noticia para el sector.

Además los datos del Instituto Nacional de Estadística nos confirman que los datos positivos se van a mantener lo que confirma la solidez de la demanda inmobiliaria.

Los primeros datos del año nos indican que las entidades bancarias vuelven a “abrir el grifo” y buscan nuevos clientes a quienes conceder créditos, lo que no deja de ser su negocio natural durante siglos. Los únicos nubarrones podrían ser la anunciada ralentización económica y el posible impacto de la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria en Junio. Esta Ley añade nuevos costes a los bancos y está por ver si lo repercutirán en los clientes.  Hay una guerra bancaria en marcha para captar clientes y nadie quiere quedarse fuera.

Otro dato positivo es la decisión del Banco Central Europeo de postergar su subida de tipos de interés lo que garantiza tipos bajo durante algún cierto tiempo más de lo previsto. Esto proporciona estabilidad a los mercados, tranquiliza a compradores lo que facilita la concesión de hipotecas.

Las cifras también alejan cualquier posibilidad de repetición de burbuja inmobiliaria. Los datos son más cautos, más rigurosos con los créditos y no entran en operaciones de promoción inmobiliaria como accionistas. Todo ello hace que las cifras de hipotecas actuales concedidas en un año no llegue ni al 25 % de las que se firmaron en 2008.

El calendario electoral en marcha aportará nuevos gestores y gobernantes que pondrán en marcha  cada uno su política inmobiliaria. Esto también marcará la evolución del sector en 2019 y habrá que estar expectantes.

En cualquier caso, es evidente que el año 2019 ha empezado muy bien, con dinamismo y demanda inmobiliaria sólida lo que confirma que adquirir una vivienda para residir o invertir es de las mejores decisiones económicas que se pueden realizar en este momento.

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