Al contrario de lo que uno pueda pensar a priori, existen muchos tipos de alquiler inmobiliario. Diferentes opciones que se adaptan a todas las necesidades y tipos de personas. ¿Crees que los conoces todos?
1. Compartir piso
Algo que se ha hecho siempre, sobretodo en las ciudades y entre jóvenes y estudiantes que no tienen otra manera de poder pagarse un alquiler. Pero no sólo los estudiantes comparten piso, cada vez hay perfiles más variados; divorciados, extranjeros, trabajadores desplazados… algunos de ellos como consecuencia del impacto de la crisis.
El contrato de alquiler de una vivienda compartida puede configurarse de dos maneras distintas, de acuerdo con el propietario y el perfil de los inquilinos.
La primera, consiste en que si uno de los miembros abandona la vivienda, los demás tendrán que aportar su parte del alquiler. Esta modalidad es la habitual cuando los que alquilan son amigos y/o se conocen entre ellos y deciden alquilar juntos. La segunda, conocida como ‘mancomundado’ es cuando cada miembro se hace cargo sólo de su parte, de modo que si uno se va, los demás no tienen que aportar su parte. En esta modalidad, le da libertad al propietario de ocupar esa plaza con otra persona a su voluntad, sin que el resto de los inquilinos pueda oponerse, aunque todo es cuestión de negociar con el propietario.
2. Alquiler Social
Son las viviendas de alquiler subvencionado destinadas a personas y familias con riesgo de exclusión social residencial. Las Comunidades autónomas y los ayuntamientos son los que tienen parques de viviendas de alquiler social, que adjudican en función de unos criterios previamente establecidos entre las personas que las hayan solicitado.
Lamentablemente, con la crisis los ayuntamientos ya no proporcionan tantas ayudas al alquiler social, y han dejado de construir vivienda protegida. Sin embargo las viviendas protegidas de compra, tampoco se están vendiendo con lo que los analistas creen que pasarán a ser de alquiler como única salida para estas viviendas desocupadas.
3. Subarrendament
Es cuando el inquilino pone, a la vez, una parte de la vivienda en alquiler, por ejemplo, las habitaciones. Para hacer esto es necesario que cuente con la aprobación del propietario, por escrito preferiblemente.
4. Rentas antiguas
Son aquellos contratos de alquiler que se firmaron antes del 9 de mayo del año 1985, cuyos inquilinos pagan rentas muy bajas, que sólo se incrementan con el IPC. Además, si el inquilino cumple con sus obligaciones, tiene derecho a prórroga indefinida, es decir, puede seguir en el piso toda su vida pagando lo mismo, aunque el mercado varíe.
Es un contrato que prácticamente blinda los derechos del inquilino, que sólo podría ser desalojado bajo circunstancias muy concretas. Lamentablemente, se han dado muchos casos de propietarios que han presionado a ancianos que gozaban de rentas antiguas para poder echarlos y alquilar la vivienda a precio de mercado.
5. Alquiler a tiempo compartido
Es una forma de alquiler muy habitual en las zonas turísticas. Consiste en particulares que alquilan una vivienda durante una temporada, que suele ser fija año tras año. Por ejemplo, una familia que cada año pasa el mes de agosto de alquiler en Barcelona.
6. Alquiler con opción a compra
Una opción que está muy solicitada con la crisis. Consiste en entrar a vivir pagando un alquiler y, pasado un tiempo previamente estipulado, el inquilino tiene la posibilidad de comprar la vivienda.
7. Alquiler por temporada
Tan sencillo como optar por un piso o apartamento de alquiler en lugar de un hotel para pasar tus vacaciones. No tiene los mismos servicios y comodidades pero sin duda, es más económico y te da más libertad. Estos alquileres se suelen hacer a través de inmobiliarias que se dedican a este tipo de arrendamientos por temporadas, o bien, directamente con el propietario.
8. Alquiler por días
Es un tipo de alquiler que funciona mucho en grandes ciudades como Barcelona, donde los turistas optan por este tipo de alojamiento en lugar de ir a un hotel. También está muy solicitado por profesionales que pasan algunos días fuera por negocios.
9. Alquiler para rodajes de cine o publicidad
Otra opción para aquellos que quieran darle rentabilidad a una vivienda que tengan vacía, o que no les importe tener que desalojarla durante unos días. Hay agencias especializadas que hacen de intermediarios. Así que ya sabes, si tienes una casa de película y quieres sacarte un dindinerito extra, esta es una opción.
¡Déjanos tu comentario!
0 Comments