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Las continuas alzas en los precios de la energía han disparado la factura de la luz a niveles nunca vistos. La guerra en Ucrania, la inestabilidad geopolítica, los problemas de suministros son todos motivos que han generado una escalada de costes energéticos.
Ante ello, al cliente consumidor final sólo le queda vigilar sus hábitos domésticos y así conseguir ahorros importantes en su factura mensual. Facilitamos unas recomendaciones útiles que te van a ayudar a reducir tu consumo.
Contrata la potencia adecuada a tu consumo
Bajar la potencia de luz no es fácil y está ligado directamente de la cantidad de electrodomésticos que se tengan conectados. Por ello hay que revisar lo que realmente se necesita y optar por la potencia adecuada para mantener el confort.
Aquí hay que tener en cuenta el consumo de los electrodomésticos que más se utilizan, horas habituales de consumo y si se ponen en marcha al mismo momento o no.
Mantener una temperatura estable en casa
Así evitaremos altibajos y desperdicios de energía por variaciones constantes de la temperatura. En casa, si se cuenta con sistemas de calefacción, la temperatura debe rondar los 21 grados de día y los 16 de noche.
Cada grado de más aumenta de un 7% al 10% el consumo. Tampoco hay que apagar y encender, ya que así consume más.
En los radiadores, hay que evitar cubrirlos porque bloquean el calor y reducen su propagación al resto de la casa. También es buena idea situar un panel reflectante entre el radiador y la pared para evitar desperdiciar entre un 10%-20% que se pierde hacia la pared.
Ventilar la casa en las horas con mejor temperatura.
Al mediodía en lugar de a primera hora de la mañana. En las ventanas además hay que revisar que no tengan huecos por los que se pueda colar el frío.
En cuanto a las persianas, hay que subirlas con las horas con más luz solar, bajándolas por la noche para que no se escape el calor acumulado. Es muy recomendable planificar y programar las rutinas de consumo con mucha antelación, para así optimizar el ahorro y no deteriorar innecesariamente los equipos.
Si una habitación no se está utilizando, lo ideal es mantener el radiador encendido, pero a una temperatura inferior. En caso de que salgamos de casa, si es por más de cuatro horas, es mucho mejor apagar la calefacción.
Según los expertos revisar la caldera y mantenerla en buenas condiciones permite ahorrar hasta el 15% del consumo, incluso cambiando una vieja por una más eficiente o tecnologías alternativas como la aerotermia, sistema renovable que convierte la energía térmica exterior en calor interior.
Vigilar el gasto oculto de la iluminación y electricidad
La iluminación representa un 20% del consumo total. Por eso hay que aplicar siempre la lógica de no dejar luces encendidas en habitaciones donde no estás. Además utilizar alternativas LED ahorra un 80%. Sustituir bombillas tradicionales de 60 vatios por luces LED de 10 vatios ahorra 11 euros anuales de media.
El stand-by de televisión y electrodomésticos genera de media un incremento en la factura en torno al 10%. En el salón, el televisor es después del frigorífico el que más consume del hogar a nivel global. No dejes el televisor en modo espera (stand by).
Conecta todos los equipos asociados a un ladrón o base de conexión múltiple. Te será más sencillo apagarlo y podrás lograr ahorros superiores a 40 euros anuales
En la cocina, la nevera y el horno son los que más gastan
El frigorífico es de los electrodomésticos que más consumen en el hogar, ya que tienen un uso constante. Tiene un consumo muy apreciable, aunque su potencia no sea muy grande. Al adquirirla, no hay que hacerse con un equipo más grande del que se necesite sino optar por uno eficiente.
Por eso, es importante pensar en la ubicación para que circule aire por la parte trasera y para que esté alejado de focos de calor o luz solar directa. También hay que evitar introducir alimentos calientes en la nevera, que la hace trabajar más.
El horno es el señalado al cocinar ya que es un gran consumidor de energía al generar calor a altas temperaturas en un periodo muy breve de tiempo. Su consumo en el hogar no es de los mayores ya que se utiliza con menos frecuencia que otros electrodomésticos.
Lavar en frío ayuda a ahorrar
Si se cuenta con lavavajillas, debemos tener en cuenta que un buen mantenimiento mejora el rendimiento energético. En muchas ocasiones el uso de este electrodoméstico es más económico (en agua y energía) que el lavado tradicional a mano, siempre y cuando se utilice cuando esté lleno. Además el modo ecológico en el lavavajillas ahorra un 20% de electricidad.
Al hacer la colada planificar la hora de puesta en marcha sale a cuenta. En la lavadora hay que tener en cuenta que hasta el 85% del consumo que produce es por el calentamiento del agua al lavar, por lo que se puede optar por programas fríos.
Además, la secadora es uno de los electrodomésticos que más energía consume, por lo que el uso debería ser puntual. Antes de usarla es recomendable centrifugar la ropa lavada para secarla algo y comprar aparatos que consuman menos.
La factura de la luz no deja de subir por lo que es importante conocer los trucos y hábitos más útiles para ahorrar en la factura de energía, reducir nuestro consumo doméstico y ser más respetuosos con el medio ambiente y el planeta.
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