La cédula de habitabilidad es un documento que sirve de respaldo para certificar que la vivienda cumple con los requisitos mínimos para ser habitada. Los Ayuntamientos son los encargados de concederlas y la emisión dependerá de la comunidad autónoma en la que se encuentre la vivienda.
Si no se cuenta con una, es necesario tramitarla para comprar o alquilar una vivienda. En caso de no tenerla, se corre el riesgo de que el contrato de compraventa o alquiler quede anulado.
El procedimiento para solicitarla es bastante sencillo y en casi todas las comunidades autónomas se puede realizar sin problema. Para ello se necesita:
- El inmueble debe tener como mínimo 36 m2 de superficie útil.
- La vivienda debe tener como mínimo: comedor o zona de estar, baño, habitación y cocina.
- La altura mínima debe ser de 2,5 m., a excepción de los baños y cocinas que deben tener una altura mínima de 2,2 m.
- En ningún caso las estancias de la casa pueden ser el paso para otros locales ajenos a la vivienda.
- La cocina y el baño deben tener una puerta de separación del resto de la casa.
- El acceso a la vivienda y a sus distintos niveles (en caso de tener varios pisos) debe ser sencillo y sin complicaciones.
- Debe tener agua y electricidad, así como las medidas mínimas de protección para ambos servicios.
- La cocina debe tener como mínimo un fregadero, hornillas funcionales para cocinar y un sistema de extracción mecánica de humos.
- Los baños deben contar con un lavamanos, un inodoro y una ducha.
- La vivienda debe tener una instalación que permita lavar la ropa.
Es importante resaltar que esta cédula de habitabilidad tiene una validez de 15 años y el coste para solicitarla dependerá de la comunidad autónoma en la que se viva. Al solicitarla se deberá concretar una cita con un arquitecto, quien será el encargado de evaluar la vivienda y levantar el informe que revisará el Ayuntamiento, quien tendrá tres meses para emitir el documento.
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