La primera explicación al aumento considerable de los precios de los alquileres en Barcelona en los últimos meses es obvia: la escasez de oferta. Cuando en un mercado un producto no abunda, su precio aumenta.
Hay voces que piden que se limite el precio de los arrendamientos a través de leyes pero dichas propuestas no convencen, de momento, ni a propietarios ni a arrendatarios.
Otra explicación está en la transformación de pisos en apartamentos turísticos: muchos propietarios prefieren mejorar su rentabilidad alquilando su vivienda a turistas, legal o ilegalmente.
Más motivos:
a los jóvenes les está costando acceder a una vivienda: sus salarios son bajos para poder dar el mínimo del 20 % del precio ya que los bancos no están financiando por encima del 80 % del valor de tasación, y estas son ahora muy realistas y a la baja, no como en la época pre-crisis.
Además, los jóvenes no desean atarse a una vivienda ni hipoteca para toda la vida. Sus empleos son precarios, su ubicación laboral suelen tener mucha movilidad y sus relaciones de pareja, en muchas ocasiones, también. Todo ello añade más demanda al mercado de alquiler y para ello, cuantas menos ataduras mejor.
Otra explicación es la demanda inversora de pequeños ahorradores que no ven rentabilidad financiera adecuada en los bancos y deciden comprar un pequeño piso que les proporcione unos ingresos adicionales. Esto hecho incrementa la oferta, lo que es bueno, pero al convertirse la vivienda adquirida en un activo financiero el alquiler se fija más elevado para proporcionar rentabilidad liquida inmediata, no como una inversión de futuro.
Barcelona tiene mucho atractivo entre el colectivo de extranjeros que habitan 0 desean habitar en la ciudad por su calidad de vida, su clima, su cultura, su espíritu emprendedor y oportunidades laborales. Dicho colectivo tiene un mayor poder adquisitivo, dispone de mayor renta y desea vivir en determinados barrios con alta demanda. De todos ellos, algunos compran su vivienda en Barcelona pero la mayoría la alquila, lo que provoca también un aumento en los precios.
En conclusión, los alquileres van a seguir subiendo en Barcelona como en todas las grandes ciudades del mundo. Pronto veremos llegar los minipisos por debajo de 40 m2 —-como abundan en París, Londres ó New York-. La solución, buscar bien, asesorarse con una agencia inmobiliaria profesional y si el bolsillo lo permite, pensar en optar por la compra de vivienda en Barcelona: siempre es una buena inversión de futuro.
Ignasi Rosello
Director
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