La adquisición de tu próximo inmueble es, quizás, la operación económica más importante de tu vida. Pero no sólo desde un punto de vista del dinero, sino también es una operación legal, comercial y emocional. Afectará, sin duda, muchos aspectos de tu vida y tu bolsillo durante muchos años.
Por ello, vamos a repasar las equivocaciones más comunes que se cometen en las compras inmobiliarias y que debes evitar a toda costa.
1. No tener claros tus requerimientos de vivienda presentes y de futuro
Antes de empezar a realizar visitas a viviendas sin ton ni son, debemos tener muy claro las necesidades que tenemos para nuestra vida actual y, sobre todo, en el futuro. Una vivienda es para muchos años y debemos tener muy presente como va a evolucionar nuestra vida y en qué sentido.
Si vivimos en pareja, si pensamos en tener hijos o quizás vivir en el extranjero por trabajo y quizás deberemos alquilar nuestro piso. Cuantas habitaciones y m2 precisaremos, no sólo ahora sino más adelante, hay que proyectar nuestra vida unos años.
También cómo nos gusta vivir. Si hacemos teletrabajo necesitaremos más espacio, si somos hogareños buscaremos un salón muy amplio, si practicamos deporte en casa querremos tener un pequeño gimnasio, si somos “cocinitas” una cocina espaciosa. A cada necesidad propia la vivienda nos debe aportar una ventaja.
Definamos muy bien lo que buscamos en nuestra próxima casa antes de empezar a visitar viviendas sin orden.
2. No tener bien determinada tu capacidad económica
Manejar bien las financias propias es una asignatura pendiente para muchas personas, debería enseñarse en la escuela. Tendemos a pensar que nuestra economía es más fuerte que la realidad y esto puede generar problemas.
Antes de empezar a realizar visitas, es importante analizar bien nuestros ingresos, determinar la cantidad que podemos destinar al pago de la vivienda cada mes incluyendo los suministros. También muy importante, revisar con diversas entidades bancarias la posible concesión de hipoteca, en que términos y condiciones. Así estaremos seguro de que nos concederán el préstamo hipotecario y cuanto pagaremos de cuota cada mes antes de proceder visitas. Evitaremos frustración y pérdidas de tiempo.
Sabremos la vivienda que podemos comprar, no solo soñar.
3. Decidirse por una vivienda sólo desde el corazón
Todas las decisiones acertadas en la vida son una mezcla de emoción y racionalidad. La compra de una vivienda no es una excepción, también influyen mucho las emociones. A veces un piso nos enamora porque la decoración es muy bonita, el día de la visita hace un sol espléndido, el mobiliario es muy elegante o simplemente porque ese día estamos de muy buen humor.
También, a veces, estamos ya cansados de ver pisos y nos decidimos por uno cualquiera para “cerrar el tema”. Seamos racionales, analíticos y fríos en la toma de la decisión. Hay que revisar todos los aspectos, que sea realmente la vivienda que encaja en nuestras necesidades, que podamos pagar y que nos sintamos a gusto no solo ahora sino en unos años.
Razón y sentimiento, siempre en su justa mesura
4. No revisar todos los aspectos legales de la vivienda elegida
Si vas a comprar una vivienda de segunda mano, es clave conocer el motivo de la venta, si dispone de la cédula de habitabilidad y la certificación energética, si tiene cargas económicas pendientes (por ejemplo, la cuota de la comunidad) o si están dados de alta los suministros básicos. También es importante preguntar si tiene realizada la inspección técnica de edificios (ITE), que se realiza en todos los edificios cada 45 años para determinar posibles daños o patologías.
También es crucial solicitar una nota simple de la vivienda en el Registro de la Propiedad. Es el documento en el que se encuentra toda la información relacionada con el inmueble, incluido si tiene cargas, deudas o embargos.
Así tendremos toda la documentación e información necesaria para asegurarnos que nuestra próxima vivienda cumple con todos los requisitos legales.
5. No repasar con detalle los contratos a firmar
Una vez elegida nuestra próxima vivienda, el siguiente paso será la formalización del contrato de arras y el préstamo hipotecario.
Es muy importante revisar a fondo el contrato, incluso con asesoramiento profesional, para saber lo que vamos a firmar, sus implicaciones y consecuencias. Una vez más, no nos dejemos llevar por la emoción del momento. Hagamos preguntas sobre lo que no veamos claro para ser muy conscientes de lo que vamos a afrontar.
Lo mismo con la firma de la hipoteca. Preguntemos sobre cada cláusula, cada vínculo, las obligaciones que tendremos y los costes que asumimos. También el precio de cancelar anticipadamente la hipoteca o llevarla a otro banco.
Toda esta información la debemos conocer con detalle antes de firmarla para evitar problemas en el futuro. La firma de una hipoteca es casi seguro la operación económica más importante en la vida de una persona y conviene realizarla con pleno conocimiento.
Hemos repasado los 5 errores más comunes en la compra de una vivienda y que no debes cometer para así acertar y encontrar el inmueble que mejor te encaja, mejor puedes pagar y más satisfacciones te aportará.
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