Los tiempos inmobiliarios están cambiando y el mercado hipotecario está muy agitado. Los tipos de interés suben y muchos clientes están pensando si cambiar la hipoteca variable por una fija ante la fuerte subida que está soportando el euríbor en los últimos meses. ¿Tienes esta duda? Lo primero es usar nuestro simulador hipotecario para hacerte una idea de a cuanto ascenderá tu cuota mensual después del cambio:
A pesar de que las hipotecas fijas son cada día más caras, todavía es un buen momento para pasarse al tipo fijo. Eso sí, hay que revisar a fondo si compensa más hacer una novación o una subrogación, estudiar varias ofertas, conocer las comisiones asociadas y realizar el cambio en los primeros años de vida del préstamo para que la operación sea lo más ventajosa posible.
Repasamos cinco consejos de expertos hipotecarios consultados por Idealista, que nos informa de cómo cambiar la hipoteca de variable a una fija:
Cambiar la hipoteca de variable a fija es mejor con los tipos de interés bajos
En primer lugar, debemos recordar que el mejor momento para cambiar de hipoteca variable a fija es cuando los tipos de interés están bajos. ¿Por qué? Esto se debe a que una de las principales ventajas de convertir una hipoteca variable a fija consiste en abonar siempre la misma cuota, por lo que nos interesa que la cuota que vayamos a pagar sea lo más baja posible.
Así nos beneficiamos de los tipos de intereses bajos durante toda la vida de la hipoteca fija (incluso si el euríbor sube después de la firma). Actualmente, el euríbor a 12 meses se encuentra por encima del 1,2%, en máximos desde 2012, lo que está generando una gran subida de las cuotas mensuales hipotecarias en el momento de la revisión (unos 1.400 euros anuales de media); y los expertos prevén más subidas en los próximos meses.
Elegir bien el sistema que más nos conviene según el caso
A grandes rasgos, se puede cambiar la hipoteca de variable a fija de dos formas distintas: mediante la novación o mediante la subrogación.
En el caso de la novación, lo que estamos haciendo es volver a formular los términos de la hipoteca con el mismo banco. De esta forma, cambiamos nuestra hipoteca de variable a fija, pero sin moverla de la entidad. Por su parte, en la subrogación del acreedor lo que hacemos es llevar nuestra hipoteca a otro banco y, aprovechando dicho cambio, podemos pasar de hipoteca variable a fija.
Ambas opciones son perfectamente válidas a la hora de convertir una hipoteca variable a fija. Por ello, lo más aconsejable es estudiar bien ambas propuestas y escoger la que nos ofrezca mejores condiciones.
Realizar una exhaustiva comparación de hipotecas de otros bancos
Para optar por la subrogación del acreedor (llevar nuestra hipoteca a otro banco) es indispensable que antes tengamos claro el producto hipotecario alternativo que nos interese. Es decir, que nos ofrezca mejores condiciones que nuestra hipoteca actual. Entre ellos, que sea una hipoteca fija.
En este sentido, lo más recomendable es dejarnos asesorar por un bróker hipotecario profesional que nos permita tener una perspectiva amplia de los distintos préstamos disponibles, así como de las diversas entidades bancarias que los están ofreciendo. De este modo, tendremos una visión más amplia del mercado hipotecario y podremos elegir la hipoteca más adecuada para nosotros y que nos permita ahorrar más dinero con el cambio de hipoteca variable a fija.
Realizar el cambio en los primeros años de la hipoteca
La mayoría de las hipotecas actuales se rigen por el sistema de amortización francés. Esto quiere decir que al principio se pagan más intereses y, a medida que avanza el préstamo, se procede a la devolución del capital, el dinero prestado.
En la práctica, esto significa que la primera mitad de vida de la hipoteca se abonan la gran mayoría de los intereses del préstamo, que es justo la parte que nos podemos ahorrar al convertir una hipoteca variable a fija. Por ello, lo más recomendable es hacer esta operación durante los primeros años de vida de la hipoteca. Por ejemplo, en el caso de una hipoteca variable a 30 años, lo más aconsejable será convertirla en fija antes del año 15, que es cuando se pagan más intereses si nos regimos por el sistema de amortización francés.
Vigilar las comisiones asociadas
¿Cuánto cuesta cambiar de hipoteca variable a fija? Pues depende de si optamos por la novación o por la subrogación. En ambos casos, el coste va a estar determinado por la comisión asociada (de novación o subrogación, respectivamente).
Estas comisiones están actualmente limitadas por la ley hipotecaria de 2019, por lo que, según sea el caso, se pagará más o menos por pasar de hipoteca variable a fija. El precio de las comisiones aparece siempre en el contrato de nuestra hipoteca y, además, también hay que tener en cuenta que hay determinadas entidades que las han suprimido. Es decir, en algunos casos, pasar de hipoteca variable a fija puede no tener ningún coste adicional asociado. No obstante, es importante revisar los términos de cada contrato para conocer cada caso en particular.
Hoy hemos visto que siguiendo los consejos de los expertos de Idealista, la opción de cambiar la hipoteca de variable a fija todavía es una buena opción antes de que los intereses suban más en los próximos tiempos, como está previsto según está anunciando el Banco Central Europeo.
¿Estás decidido a cambiar tu hipoteca y necesitas una herramienta para comparar opciones? Utiliza nuestro simulador hipotecario para hacerte una idea de la cuota mensual:
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