Las herencias que incluyen inmuebles suelen ser inesperadas y de complicada gestión. La posterior venta del piso heredado viene a sumarse al cúmulo de emociones experimentadas haciendo que nos sintamos abrumados. Te contamos cómo gestionar las emociones implicadas en la venta de una vivienda heredada.

Es común en las herencias que incluyen una vivienda que estén destinadas a más de un heredero y también es común en esos casos que pueda surgir algún conflicto ya que el piso no se puede dividir. También es muy normal, si sólo hay un único heredero, que éste ya tenga un lugar que ha elegido para vivir y que, por lo tanto, el piso heredado sea visto sólo como una posible fuente de ingresos. Por todo ello, la venta del inmueble suele ser la opción elegida entre nuestros clientes.

Sin embargo, la venta de una vivienda heredada es un proceso largo y complejo que puede ser abrumador para el vendedor. Para empezar, la aceptación de la herencia supone una serie de trámites a los que no estamos acostumbrados y que pueden darnos más de un dolor de cabeza. ¿Cuánto tendré que tributar?, ¿puedo realmente costear la herencia, y de qué manera? ¿por dónde empiezo con los trámites? ¿qué valor le doy al piso si quiero pagar menos?… Por si fuera poco, una vez superada esta etapa y en posesión del piso heredado, hay que gestionar una venta. ¿Qué precio le pongo al inmueble?, ¿dónde lo anuncio?, ¿porqué sólo recibo ofertas por debajo de precio?, ¿hará falta que lo pinte o haga obras después de lo que ya me he gastado? No es de extrañar que el vendedor o vendedores se sientan agobiados ante tal alud de decisiones a tomar, que, por otro lado, no eran esperadas, suelen cogernos por sorpresa e ir de la mano de todas las emociones y dificultades asociadas al duelo por la pérdida de un familiar.

¿Cómo gestionar estas emociones para lograr un final exitoso?

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Por un lado, para la parte de la aceptación de la herencia, tema para el que en IMMOAUGUSTA proporcionamos orientación: damos una idea de lo que pueden costar los impuestos y/o facilitamos el contacto de una gestoría de nuestra confianza. Y, por otro lado, para la venta.

Muchos clientes, por experiencia, llegan a la venta alegres, pensando que por fin el final está cerca y que ‘esto ya está hecho’. Esta euforia se transforma en cansancio cuando ven que tener visitas y ofertas, especialmente a precio, resulta complicado y empiezan a asociarse con un montón de inmobiliarias, sin escoger. Pero las agencias no se implican en su caso, se sienten perdidos, sin información sobre sus progresos, y mientras tanto el piso se va quemando. Los potenciales compradores ya lo han visto y descartado y no le van a dar, sin que se produzcan cambios, como una bajada de precio, una segunda oportunidad.

Para que tal decepción vuelva a convertir-se en confianza, en la certeza de que estamos haciendo las cosas bien y por lo tanto acabaremos obteniendo un buen resultado, necesitaremos un servicio 360º de un profesional experto que haga un plan específico para nuestra vivienda. Para ello, cuenta con la experiencia de IMMOAUGUSTA. Lo óptimo, claro está, sería haber contado con este asesoramiento desde el inicio, para evitar la montaña rusa de emociones que hemos mencionado, y vivir así una venta cómoda y tranquila con el mejor de los resultados posibles.

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