Invertir en el sector inmobiliario no es una tarea titánica: solo requiere de la habilidad para tomar decisiones acertadas -que puede ser innata o desarrollada- sin miedo a tomar riesgos.
Para la compra o venta de un inmueble, siempre podemos encontrar varios escenarios, unos más favorables que otros. La intuición es importante, pero solo a través del análisis de las opciones se podrá evaluar la vía más factible para cerrar el negocio con éxito. Aquí compartimos estas recomendaciones que te facilitarán el análisis antes de hacer la compra:
- La inversión es a largo plazo. Pensar en la compra de una propiedad para ganar dinero a corto plazo no es factible como modelo de negocio porque los inmuebles necesitan un promedio de entre seis y ocho meses para venderse a un precio conveniente.
Además, es necesario sumarle a este tiempo el período que se tarda en encontrar una propiedad con las características que se buscan y esperar para que se revalorice. Los expertos afirman que para empezar a ver un aumento en el precio de las casas, departamentos o terrenos, el comprador debe esperar al menos dos años.
- Aprovechar el crédito debe ser la meta. Antes de solicitar el crédito en la entidad bancaria, es importante analizar las diferentes opciones que ofrecen las instituciones para elegir cuál será la más conveniente para el proyecto según los intereses y beneficios que ofrezca. Sin embargo, a pesar de las posibilidades de pago a largo plazo, lo más recomendable es elegir una propiedad que se pueda liquidar pronto para finiquitar el crédito y tener la opción de vender o alquilar luego y generar ingresos adicionales.
- Los metros de propiedad no determinan una buena inversión. Las propiedades costosas y de gran tamaño pueden convertirse en una inversión compleja por el alto valor que implica llevarla al mercado para venderla. La clave para hacer un buen negocio es sencilla: Si puedes comprar y mantener una propiedad durante un plazo de cinco años, puede ser un gran negocio a la hora de vender.
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